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kora

(Colombia)

Mi segunda Oportunidad

¿Qué por qué lo hacía? ¡Vaya! Es una terrible pregunta la que me acabo de hacer, porque me hacía feliz el peligro, sentir el viento en mi rostro, el movimiento del suelo, el sonido del agua, el eco de la roca cayendo. Y ahora, los escucho a todos: tenía la vida por delante.

Pero no siempre fue así, era un día oscuro, los colores purpura y gris anunciaban una gran catástrofe, una ventisca se levantó disparando miles de virutas al cielo despertando un presentimiento negro. Yo era una alumna del colegio Técnico Microempresarial el Carmen, la soledad era mi fiel compañía, y aunque la consideraba una letal enfermedad con muchas formas de enfrentarla, su remedio me conducía a un pozo negro sin fondo, nadie lo entendía.

Mi vida se apagó aquella mañana en que decidí seguir mi oscura rutina ¡Lo inesperado llegó a estropearlo todo! Viene a mi cabeza, en medio del inconsolable dolor, cosas mínimas que habrían salvado mi vida, quizás permanecer en la zona de riesgo, querer sentir el peligro, el viento arrasador, sólo era un mecanismo de defensa para evadir aterradores instantes.

Instantes que se difuminaban con la grandiosa vista de aquella amada institución, un río lleno de consuelo, que, aunque muchas veces causó problemas, incluso, enormes grietas en el pavimento, seguía siendo una valiosa presencia en medio de la soledad, unido a las montañas y un par de árboles que, literalmente, sostenían el colegio.

Mientras admiraba la incontrolable furia del río, los pincelazos fríos y oscuros del cielo, sentí un movimiento estrambótico, sacudió cada elemento en la superficie, un fuerte terremoto derrumbó mi zona de confort, quizás, mi mecanismo de defensa, y me llevó consigo, una tragedia, decían…

Los gritos, rostros asustados, horrorizados e impresionados eran el plato fuerte del día, no obstante, la evacuación, y planes de emergencia se complementaron para salvar vidas, aunque, no la mía, mi extremidad superior derecha se enredó en una gran grieta, inevitablemente, caí al río que algún día me llenó de consuelo.

En mi defensa, luché por sobrellevar la furia que llevaba la gran creciente, aun así, no fue suficiente, solo podía observar la desesperación del descomunal gentío, una reacción del todo inadecuada, pero, una gran distracción mientras mis pulmones poco a poco disminuían su capacidad para sobrevivir.

Minutos posteriores, una impávida quietud me consumía, mi cuerpo, mi solitario cuerpo estuvo exhibido a un público distante, frío y desconocido, reconozco sin temor alguno, la impresión que me causó dicha imagen, y el desespero que me generó   los desgarradores gritos de mi madre, desde  este plano,  me observaba, y los observaba fijamente, esperando el momento en que mis pulmones funcionaran, y los rescatara al final de la inesperada pesadilla.

La muerte es tan solitaria, deseé pasar este ultimo trance juntas, la última soledad acompañada de nuestras soledades, porque ahora, aunque los puedo observar desde jardines de ensueños y la paz hecha perfección, cada vez era más difícil marcharme por completo.

De repente, la tonalidad blanca se convirtió en colores vivos, sólo quedó rastros de fuerza e ímpetu y la pesadilla desapareció, era tal la pasión con la que deseé retroceder, que mis esperanzas revivieron, una luz me atrajo con tanta fuerza que ardía como una hoguera, mis manos se movieron sobre las grandes rocas, mis ojos se llenaron de vida, el ruido de la sirena camino al hospital me daba una segunda oportunidad, y la electricidad recorriendo mi cuerpo en cada electroshock lo aseguraba.

La sorpresa y  el llanto de felicidad de la gran noticia, ver y sentir a mis personas,  evitar lo inevitable, apreciar el tiempo y la compañía, cuidar lo más preciado, amar y proteger  los animales , respetar la   naturaleza , tomar acciones adecuadas ante las eventualidades , valía y aún sigue valiendo cada soplo de vida.

Vale la pena luchar por una  segunda oportunidad…


@auramunoz.e

Nombre común: Guayacán rosado
Nombre científico: Tabebuia rosea
Familia: Bignoniaceae
Altura: hasta los 30m
Distribución: Desde México a Ecuador
GCS: 7.16075, -73.26686

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